Las criptomonedas suben por la entrada de capitales rusos como refugio ante los embargos internacionales
El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, el Consejo de Estabilidad Financiera y organismos globales, trabajan en articular una respuesta para regular el mercado de las criptomonedas ante el riesgo de no disponer de una regulación aun a pesar de la dificultad que supone acotar un mercado tan globalizado y disperso.
Ya en 2018, la Comisión Europea puso manos a la obra con un reglamento denominado MICA (Mercado de Criptoactivos), que estableciera un marco regulatorio común aplicable a los emisores y proveedores de servicios de criptomonedas. El texto ya está cerrado, pero la Unión Europea decidió posponer su aplicación dos años. Sin embargo, expertos consultados coinciden en que la solución tiene que ser global, ya que la digitalización permite su inversión desde cualquier punto del globo terráqueo.
Bruselas está estudiando adoptar medidas para evitar que las criptomonedas se utilicen como medio para eludir las sanciones económicas impuestas a Rusia. Los mercados de criptomonedas han aumentado considerablemente desde que el pasado 27 de febrero EEUU y la Unión Europea, algunos países más y Suiza adoptaran la decisión de desconectas a Rusia del sistema de SWIFT, que facilita las transacciones bancarias en todo el mundo.
El Bitcoin la criptomoneda más conocida se ha revalorizado casi un 20% y supera los 43,300 dólares desde el inicio de las sanciones. Así las cosas, en EE UU algunos analistas ya han apuntado la posibilidad de que en su país se prohíba el bitcoin, ya que puede llegar a convertirse en un coladero ante la imposibilidad de verificar la procedencia de la inversión y con ella, la imposibilidad de realizar las sanciones que fueran necesarias caso de proceder del entorno de Rusia.
Todos estos motivos hacen urgente regular este mercado digital, aun a sabiendas del riesgo que puede suponer para los usuarios la volatilidad de su inversión