Se acoge al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos
El hecho se produce después de que el uno de julio el prestamista de criptomonedas suspendiera las operaciones, retiradas y depósitos de su plataforma por las imponentes caídas en el mercado de las criptodivisas. Al haberse acogido al Capítulo 11 supone la suspensión de todos los pleitos que pudiese tener la compañía y permiten estudiar una reestructuración del negocio, mientras que podría seguir operando.
Los procedimientos del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras suspenden automáticamente todos los litigios civiles y permiten a las empresas preparar planes de reconversión sin dejar de ser operativas. El neobanco indica en su solicitud de quiebra que cuenta con casi 1.300 millones de dólares en criptoactivos y más de 350 millones de dólares en efectivo en una cuenta para clientes en el Metropolitan Commercial Bank.
Voyager, cuya sede radica en Nueva York, va a la quiebra con una cifra aproximada de 100.000 acreedores y unos activos que oscilarían entre 1.000 millones de dólares y los 10.000 millones, además de pasivos por el mismo valor.
El objetivo del critpoprestamista al tomar esta medida no es otra que la de salvaguardar en la medida de lo posible a tres divisiones: Voyager Digital Holdings, Voyager Digital LLC y Voyager Digital LTD.
El CEO del neobanco, Stephen Enrlich, ha hecho unas declaraciones en las que buscan una reorganización “integral”, siendo según Enrlich “la mejor manera” de proteger los activos de la plataforma y “maximizar el valor para todas las partes interesadas, incluidos los clientes”.
Los planes de Voyager Digital es conseguir volver a operar una vez presentado la primera documentación ante la Administración para dar comienzo a la reestructuración. Los clientes volverían a tener acceso a su cuenta si así lo considera oportuno la Corte Suprema de Estados Unidos. Esta bancarrota de Voyager se une a la de Three Arraows Capital, uno de los fondos de capital riesgo más potentes del universo cripto del que se cree que tenía préstamos de hasta 350 millones de euros en Voyager y era tenedor de 15.250 bitcoins en la misma plataforma.